sábado, noviembre 12, 2005

Tradiciones

Bueno, primero disculparme por no hacer más actualizaciones de mi bitácora, la falta de tiempo es muy mala. Centrándome en lo que quiero decir:

Como todos sabemos, hace unos días celebramos la festividad de todos los santos. Últimamente se ha importando la tradición norteamericana de "Halloween", de hecho, (para rabia mía), ya he oído varias veces la expresión: "es la noche de Halloween", para referirse a la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, cuando de siempre ha sido la noche de Todos los Santos.

Que la gente haya copiado de fuera un carnaval para esa noche, (porque no es otra cosa), es algo que sinceramente no logro entender, cuando esa conmemoración anual tiene por objeto recordar a nuestros difuntos. Pero lo que ya me enfada de verdad es que somos capaces de asimilar una celebración foránea ajena a nuestra cultura, que además desnaturaliza el sentido original que siempre ha tenido y al mismo tiempo olvidar o desconocer todo lo que rodea a, ¡oh sorpresa! esos dos días y a todo el mes.

Tradicionalmente, en la cultura española y, posiblemente, en todo los países históricamente católicos, el mes de noviembre ha sido y es el mes dedicado al recuerdo a aquellos que nos han dejado. De hecho el día de los difuntos, propiamente dicho, no es el 1 de éste mes sino el dos, y la noche de los difuntos es la noche del 1 al 2 de noviembre. Es más, por lo menos en mi pueblo, existía la creencia de que esa noche las almas de los muertos iban a descansar a sus camas y por ello la ropa de éstas se cambiaba e incluso no se encendía la lumbre, ni se dormía en ellas.

No digo que este antiguo comportamiento se deba mantener, ya que me parece algo excesivo y cuando menos extravagante, pero por lo menos deberíamos mantener el conocimiento de lo que ha sido nuestro acerbo tradicional y desde luego no convertirlo en una fiesta con tintes carnavalesco-consumitas, tal y como está sucediendo.