viernes, octubre 22, 2004

A vueltas con el derecho de autor

Hoy he seguido atentamente una discusión que se ha venido desarrollando en Barrapunto a cuenta de unas declaraciones de Alejandro Amenabar.

En este hilo se discutía el, tan traído y llevado por los miembros de la comunidad del "software libre" sobre los derechos de autor. Primero de todo decir que yo no soy un experto en temas legales y que, a pesar de que soy un usuario de programas libres, nunca me he molestado en leer licencias como la GNU, pero, sinceramente, creo que hay que estar muy ciegos para no darse cuenta de lo que está pasando.

Ciertamente cuando se producen cambios profundos en la sociedad, los más contrarios a ellos son los que hasta ese momento han sido los privilegiados dentro de ésta, (basta con repasar un poco la historia para darse cuenta de esto) y eso es exactamente lo que está pasando ahora mismo. Porque ni más ni menos que habría que calificar como auténtica Revolución los efectos que está teniendo Internet sobre los usos y constumbres de una parte (por desgracia no es en toda) la humanidad.

El primer efecto que se ha generado es que los modelos de producción clásicos dentro de un sistema capitalista se están viendo alterados en un elemento básico: el concepto de empresa, que hasta ahora era, por así decirlo, el único elemento de producción. Ahora resulta que surge un nuevo "ente" difuso que se denomina "la comunidad" que es capaz de crear productos competitivos y que no es equiparable a ninguna industria o sociedad mercantil y que sin embargo puede hacer que grandes multinacionales se alíen a él para conseguir beneficios o bien se enfrenten porque tiene la fuerza necesaria para convertirse en un duro competidor.

La segunda consecuencia de esta nueva era es que uno de los bienes más preciados de cualquier organización, el conocimiento, que en muchos casos a estado restringido por motivos económicos y que en otros era de difícil acceso se encuentra ya a un "golpe de click" de cualquier hogar con conexión. Esto ha afectado también a temas tan consolidados en nuestra sociedad como las patentes, pero creo que ese tema lo dejaré para otro día.

El tercer efecto que se ha producido es bastante curioso. No sé en donde leí que los derechos de autor surgieron para proteger a estos de la explotación de las grandes empresas. Básicamente lo que se pretendía con eso era evitar que las corporaciones se forraran a costa del trabajo de escritores, compositores, cantantes, etc. vendiendo copias o retransmientiendo su obra sin pagarles un euro. Sin duda lo justo es que si alguien se aprovecha del trabajo de otro utilizandolo dentro de su cadena de producción o de distribución le remunere por ello al trabajador.

Pero ¿qué ocurre cuando el trabajo de esa empresa ya no aporta valor añadido al trabajo del autor? porque eso es realmente lo que ha pasado con la industria de distribución musical, que ya no es necesaria para que el público tenga acceso a una copia de calidad del trabajo del autor. Si seguimos la pura lógica del mercado esa industria debe desaparecer, así de crudo. Sin embargo lo que estamos viendo es que se están creando una serie de leyes proteccionistas para tratar de mantener vivio algo que está entrando en "fase terminal".

La excusa que se está poniendo desde las discográficas es que se están vulnerando los derechos de los autores cuando se hace uso de la tecnología para evitar tener que pagar por comprar una copia legal, pero lo cierto es que esa copia ya no tiene el valor que tenía porque la tecnología ha hecho que su precio se haya devaluado. La lógica del mercado es aplastante y si vivimos en una sociedad capitalista debemos hacernos a la idea de que esto es así.

Por tanto tratar de evitar lo que a todas luces es consecuencia de la evolución científica y tecnológica mediante la legislación y la transformación de millones de personas en delincuentes que "roban" a los creadores es simplemente un camino que no conduce a ningún lado. Los autores tienen que darse cuenta que la venta de copias ya no es negocio y sobre todo tienen que abandonar su discurso víctimista: "están acabando con la cultura", dicen, cuando en realidad lo que está sucediendo es todo lo contrario, está creciendo y diversificándose porque hay más gente que puede tener acceso a ella.

Hay que hacerse a la idea de que está cambiando el mercado de la cultura que es algo bien distinto, a partir de ahora los cantantes, compositores y músicos en general tendrán que ganarse la vida posiblemente mediante conciertos, (a los que la gente no está dejando de ir precisamente) que es como se ha venido haciendo desde siempre y como de hecho hace la gran mayoría, (son muy pocos los que realmente podrían vivir sólo de los discos que venden).

No sé que sucederá con las productoras de cine, ni con las editoriales, (ciertamente en este caso la evolución está más verde), pero sin duda también tendrán que ir preparándose para un cambio. Todo lo que no sea adaptarse a las grandes transformaciones que se avecinan será ponerse una venda en los ojos y tratar de parar una riada sólo con los brazos, simplemente hay que pensar que, como ha sucedido siempre, el progreso es imparable.

Actualización: Vaya, parece que el tema sigue haciendo correr tinta, (y la que correrá), ahora ha salido un artículo en LibertadDigital titulado "Gentuza Digital".

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