Se suele decir que cuando se posee algo durante mucho tiempo no se le suele conceder el valor que verdaderamente tiene y creo que algo de eso es lo que está pasando en Gran Bretaña desde el atentado del pasado 7 de Julio y su, afortunadamente fracasada, secuela de la semana pasada. Porque de lo contrario no me explico cómo es posible que en un estado que se supone libre y democrático, la policía tenga orden de primero disparar y luego preguntar o peor aún de disparar a matar en caso de duda.
Los británicos están dejandose caer por una pendiente muy peligrosa cuando, en aras de una supuesta mejor seguridad, renuncian o ponen en segundo plano derechos individuales tan importantes como la privacidad de sus ciudadanos o, peor aún, la presunción de inocencia y el derecho a la vida. Anteponer la seguridad de la sociedad y los derechos colectivos a los derechos y libertades individuales suena muy peligrosamente a los mismos argumentos que tradicionalmente han empleado los regímenes totalitarios para justificarse.
Lo que más me llama la atención es que son pueblos que en los últimos siglos se han destacado por su lucha en post de la libertad los que más están retrocediendo en este aspecto, me refiero a británicos y a estadounidenses. Esperemos que reaccionen a tiempo y que sepan afrontar el problema del terrorismo sin menoscabar la democracía de la que tanto tiempo han tenido la suerte de gozar.
Nota: Por cierto, me parece asqueroso que el incidente del pobre muchacho brasileño se resuelva por parte de la policía y del gobierno británico con una disculpa: "Perdone usted, hemos matado por error a su hijo, hermano o lo que fuera, pero ha sido por error, es que creíamos que era un terrorista", por favor, si fuera el presidente de Brasil habría mandado al Reino Unido a hacer gárgaras... como poco.
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