miércoles, septiembre 07, 2011

A vueltas con la crisis

Hoy me va salir una entrada político-económica. Sí ya sé, otra vez ¡Qué casualidad! Pero antes de pasar al tema central que me ocupa os pediría que leyerais el siguiente artículo de Escolar. Creo que es muy clarificador sobre cuales son las prioridades de algunos políticos, más preocupados de su imagen que de cosas tan intrascendentes como la educación.
He tenido la suerte de tropezarme con una explicación bastante buena sobre alguna de las causas de esta maldita crisis económica que nos azota. Podéis verla aquí, y os recomiendo vivamente su lectura. Sin duda lo que más me ha llamado la atención ha sido esta gráfica que saco del artículo que os comento:




Básicamente, lo que he podido entender de la explicación que da el autor es que, mientras que la productividad y los salarios fueron creciendo a la par hasta aproximadamente comienzos de la década de los 70, a partir de esa fecha se rompe esa relación. La productividad (la riqeza que genera cada trabajador) sigue creciendo, pero eso no se traduce en un incremento de los ingresos de los asalariados. ¿A dónde va entonces el incremento de beneficio? Pues únicamente al capital, es decir, a los empresarios e inversores.
La conclusión que saco, si no he entendido mal, es que lo que muchos economistas y muchos políticos tratan de vendernos: que es necesario incrementar la productividad para poder mejorar los salarios y las condiciones laborales, es falso, ya que el cápital se las ha ingeniado para quedarse con todos los aumentos de productividad que se producen.
Además, la actual crisis tiene en parte su origen en el hecho de que como los salarios no han crecido conforme lo ha hecho la productividad, los trabajadores hemos tenido que recurrir al préstamo para poder  consumir y tirar de industrias como el automóvil o la construcción. Es decir, que en lugar de darnos el dinero que hemos generado vía sueldo, como sería lo justo, lo hemos recibido via deuda (créditos al consumo y/o hipotecas).
En vez de pagar con nuestros ahorros nuestra casa (como curiosamente hicieron nuestros padres), hemos tenido que pagarlos con deuda (via hipoteca), porque la parte del pastel que nos correspondía como trabajadores nos la han virlado. Cuando se produce entonces una recesión, el cataclismo es mayúsculo, porque los trabajadores (ojo, entiéndase por trabajadores a las clases medias en general), no pueden devolver el dinero que les prestaron (colapso financiero) y tampoco pueden seguir comprando (hundimiento del consumo). Esto curiosamente, es lo que parece que está pasando.
Supongo que habré entendido mal muchas cosas, no soy economista y mi inteligencia es limitada, por eso insisto en que lo mejor es os leais el artículo para que os quede todo más claro. Además, en él se explican mejor detalles que ayudan a entender mejor lo que está pasando.
Finalmente, si parte del origen de la crisis es tal y como yo he deducido de lo que he leído, tengo más argumentos para no fiarme ni un pelo de las medidas que algunos pregonan a los cuatro vientos sobre contención salarial. No sé como puede alguien tratar de convencerme de que MI economía irá mejor conteniendo MI salario. Probablemente a alguien le beneficie eso, pero desde luego no al que esto escribe.

2 comentarios:

Salva dijo...

Pedritoooooo, que se te ve el plumero de izquierdista peligroso!!

Fuera bromas. En general comparto tu análisis, aunque quería hacer una matización un pelín conservador cuando dices que el trabajador no ha tenido otro remedio que pedir un préstamo para comprar su vivienda porque aquellos que le explotaron no le permitieron ahorrar. El problema se complica mucho más cuando ese trabajador pide el préstamo para comprar una vivienda con la que piensa especular, porque es mejor subirse al carro que tirar de él y es entonces cuando ese "pobre" trabajador que se vio explotado por la patronal, ahora ve la manera de hacerse rico vendiendo su casa que ni siquera ha pagado. Yo no tengo ni idea de Bolsa, pero tengo entendido que hasta hace bien poco se podían vender acciones antes de comprarlas, es decir, un movimiento especulativo.

No nos engañemos. Otra vez el discurso fácil de la izquiera acerca de la patronal y los bancos, pero el que no especula es porque no tiene dónde. Todos, en mayor o menor medida, somos responsables de este desastre.

Gabi dijo...

Amén a lo que dice Salva. Lo de obrero, patronal, izquierda y derecha ya no se lo cree nadie. Aquí cada uno tiramos para dónde nos interesa cuándo nos interesa. Si no, mira Salva, que es un rojo-burgués obrero-conservador católico-especulador del Madrid que envidia el juego del Barsa...