A Vueltas con el Derechos de Autor

Últimamente se están empezando a producir nuevos movimientos en este tema que desde que Internet comenzó su crecimiento exponencial ha provocado debates acalorados entre, por una lado, los usuarios de La Red y, por otro lado, los artistas, productores y empresas de distribución de contenidos (fundamentalmente discográficas y distribuidoras cinematográficas).
Uno de ellos, bastante curioso, es el que tiene que ver con la aparición de los libros electrónicos en general y con la nueva función de lectura automática en particular. Estos dispositivos son capaces de leer en voz alta un libro previamente cargado en su memoria. La reacción por parte de algunas Sociedades de Autores ha sido decir que eso no es legal siempre y cuando el dispositivo leyera para un grupo de personas. La traducción de esto es que esa utilidad puede estar violanado los derechos de autor o no dependiendo si el dispositivo es escuchado por una persona o por varias.
En otro frente, esta semana ha comenzado en Estocolmo el juicio a "The Pirate Bay". Para los que no conozcan esta página, decirles que es lo que se denomina un tracker de archivos torrent, en castellano, un índice de enlaces a archivos torrent, de hecho es la página de este tipo con mayor número de usuarios. Resumiendo, los demandantes alegan que se están violando los derechos de autor de sus representandos al facilitar la distribución gratuita de contenido con derecho de copia.
No sé como será la legislación en Suecia, ni la de ningún otro país, la verdad, pues no soy jurista, pero en España, a pesar de que la policía ha llevado varias operaciones contra este tipo de páginas, las sentencias judiciales han sido claramente favorables a las redes P2P y por como está evolucionando el proceso en Suecia, no parece que éste vaya a seguir un camino distinto.
Otra novedad es el comienzo de la populariación de lo que se denomina streaming, es decir, poder ver material multimedia en línea, sin necesidad de tener que descargarlo previamente desde Internet a tu disco duro, páginas como www.megavideo.com y páginas índice como www.peliculasyonkis.com son un ejemplo, entre muchos, de este nuevo modelo de consumo multimedia que sin duda provocará también un debate sobre como conjugar este nuevo servicio de la red con la propiedad intelectual y el derecho de copia.
No pretendo pontificar sobre algo en lo que no me considero un experto, pero si hay algo que parece evidente, incluso para un lego en la materia como yo, es que la actual industria de los contenidos está claramente anticuada. Hasta hace unos años, una copia (CD, DVD, etc.) tenía una valor en tanto en cuanto mecanismo de distribución de la que hoy carece por completo. Incluso ahora la literatura tiene que afrontar un proceso de transformación como consecuencia de las nuevas tecnologías.
La dirección que se ha tomado muchas veces de tratar de imponer una legislación claramente desfasada y pensada para un tipo de mercado que está desapareciendo a toda velocidad es una manera inevitable de dirigirse a su autodestrucción. Recientemente leí un artículo en el que se hablaba de como la industria discográfica se había ido encaminando ella solita hacia su actual desastre (y lo que le espera).
Claramente estamos en tiempos en los que el negocio de la música, del cine y de los libros se va a transformar de manera irreversible. Conviene no olvidar dos cosas: que el mercado manda (obviedad ignorada durante demasiado tiempo) y que muy posiblemente los oligopolios anteriores están en vías de extinción.